El feminismo en la comunidad menonita


¿Es el feminismo en la comunidad menonita una contradicción? La violencia sexual, el abuso de poder y falta de oportunidades para las mujeres menonitas han marcado a esta comunidad, y nos deja la pregunta hecha anteriormente. Para contribuir a la justicia y la sanación de las muchas mujeres afectadas, es necesario analizar el rol que juega el feminismo en la cultura.



Muchas veces la palabra ‘feminismo’ puede ser tomada a mal por un contexto equivocado sobre él, cabe mencionar que el feminismo es la doctrina social favorable a la mujer. Se esfuerza por dar a las mujeres igualdad de oportunidades y hacer que la sociedad las perciba como iguales, no más débiles, inferiores o menos capaces.


Hoy en día en muchos países, en especial en los subdesarrollados, las mujeres son tratadas como símbolos sexuales donde su lugar se considera en la cocina, la maternidad, la crianza de los hijos y en el hecho de ser un objeto del deseo sexual de un hombre.


El feminismo no busca erradicar lo anterior de la vida de una mujer, sino de crear otras oportunidades, y así lograr que todas las mujeres puedan decidir qué es lo que quieren en su vida. Algunas mujeres no quieren casarse, otras sí. Algunas mujeres no quieren tener hijos, otras sí. Algunas mujeres desean tener posiciones en la vida que suelen estar dominadas por los hombres, como ser cirujanos, pilotos, líderes militares o directores ejecutivos, y algunas mujeres prefieren ser amas de casa. No se trata de quitar, sino de crecer como sociedad.


Hoy en día las mujeres menonitas se enfrentan al desafío. Las voces emergentes afirman el feminismo como una base basada en la fe para promover la igualdad de las mujeres y confrontar la misoginia.
‘Todavía recuerdo vívidamente la primera vez que escuché a una mujer predicar un domingo’, dice Salomé Sawatzky, una joven misionera menonita en El Salvador. ‘Recuerdo sentir mi corazón hinchado y mis ojos llorosos, sabiendo que Dios tiene mucho más para nosotros de lo que nunca supimos, y que el feminismo fue mi puerta para una mejor comprensión de todo lo que podemos lograr las mujeres.’


El testimonio de Martínez habla más poderosamente que la teología abstracta. Una persona podría sentirse inspirada y otra rechazada por la etiqueta feminista, pero nadie puede negar que el hecho de que una mujer tomara una posición usualmente reservado para hombres la inspiró. El liderazgo femenino tuvo una influencia redentora.


Los menonitas pueden evitar identificarse como feministas porque están convencidos de que significa algo negativo. Pero para Sawatzky, el feminismo la ha transformado espiritualmente. "El feminismo me ha ayudado a darme cuenta de que yo, como mujer, he sido creada a imagen de Dios", dice. "Es una pieza tan fundamental de la fe de alguien que algunos dan por sentado, pero no lo hago, porque viví durante tanto tiempo creyendo que Dios era un hombre, cuando en realidad Dios no tiene género.’


Para acelerar el progreso hacia la igualdad, la comunidad menonita necesita líderes feministas diversos, mujeres y hombres, jóvenes y viejos. Escuchemos a las mujeres jóvenes que han crecido con pensamientos positivos sobre el feminismo. Prestemos atención a las voces de la experiencia, como Beth Martin Birky, quien se lamenta en Timbrel (Mennonite USA) de que ella ‘permaneció en silencio ante muchas injusticias, incluido el juicio de las pastoras, los dobles estándares de género y la sexualidad, y la exclusión de las personas que no encajan en nuestro género. Es hora de que deje de ocultar mi feminismo de la iglesia.’


Jesús desafió el estatus inferior de las mujeres. Los hombres tanto como las mujeres deben buscar en sus corazones y considerar si están siguiendo el ejemplo de Jesús o si aún, de manera conspicua o sutil, ignoramos y devaluamos a las mujeres. En un momento histórico de confrontar el sexismo y exponer el abuso de poder y la violencia.

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